Muchas personas sienten agujetas, también conocidas como dolor muscular de aparición retardada (DOMS), después de hacer ejercicio. Estas molestias son un proceso inflamatorio temporal que puede estar provocado por la gran intensidad o sobreexigencia durante el ejercicio. ¿Es bueno correr con agujetas?
Aunque puede resultar tentador no hacer ejercicio o pasarse el día en el sofá, los expertos sugieren que el ejercicio ligero y mantenerse activo puede ayudar a aliviar el dolor. En este artículo, exploraremos los beneficios del ejercicio para el dolor muscular y si es bueno correr con agujetas o no es una buena idea.
Para ir al grano:
¿Qué son las agujetas musculares?
El término dolor muscular hace referencia a las molestias o dolor que aparece a menudo dentro de las 24-72 horas posteriores a realizar una actividad física intensa o un ejercicio poco habitual.
Suele caracterizarse por sensibilidad, rigidez y disminución del rango de movimiento de los músculos afectados. Esta sensación es el resultado de pequeños daños microscópicos en las fibras musculares y el tejido conjuntivo que las rodea, especialmente durante actividades que implican contracciones musculares excéntricas, como correr cuesta abajo o la fase de descenso de los ejercicios de levantamiento de pesas.
El comienzo del dolor muscular está relacionado con diversos factores, como la intensidad y duración del ejercicio, el nivel físico del individuo y el tipo de movimientos que intervienen. Cuando el cuerpo se somete a niveles de esfuerzo físico nuevos o inusualmente elevados, puede provocar la aparición de agujetas. Además, un calentamiento inadecuado, aumentos bruscos de la intensidad del ejercicio o la realización de ejercicios poco familiares también pueden contribuir a la probabilidad de experimentar dolor muscular.
Además, el microtrauma experimentado por las fibras musculares durante actividades físicas desafiantes o poco acostumbradas está asociado a una respuesta inflamatoria del organismo. Se cree que esta inflamación, junto con la acumulación de subproductos metabólicos como el ácido láctico, desempeña un papel en la aparición de las agujetas.
Causas del dolor muscular
El dolor muscular suele estar causado por una actividad física intensa, sobre todo cuando los músculos realizan contracciones excéntricas o de elongación. Estas contracciones se producen cuando se ejerce sobre el músculo una fuerza mayor de la que puede absorber, lo que provoca la elongación de las fibras musculares. Este tipo de acción muscular conlleva un estrés mecánico y un microtrauma más importantes en las fibras musculares, lo que contribuye a la aparición de dolor y molestias. Además, el proceso inflamatorio que sigue a este tipo de daño muscular es también un factor clave en la manifestación del dolor muscular.
La recuperación inadecuada entre sesiones de entrenamiento, la falta de calentamiento adecuado y los aumentos bruscos de la intensidad o duración del entrenamiento también pueden aumentar la probabilidad de experimentar dolor muscular. Además, factores individuales como el nivel de forma física, la edad y la genética pueden contribuir a la propensión de cada persona a desarrollar dolor muscular en respuesta a la actividad física.
Ejercicio moderado como opción estimulante
Después de experimentar dolor muscular, realizar una actividad física ligera o moderada puede ofrecer una serie de beneficios potenciales.
Aunque es esencial respetar las necesidades de recuperación del cuerpo, el ejercicio suave, como caminar, ir en bicicleta o nadar, puede ayudar a estimular el flujo sanguíneo y promover el suministro de nutrientes esenciales a los músculos afectados. Esto puede contribuir a reducir la rigidez y ayudar al proceso general de recuperación.
Además, la actividad física ligera también puede facilitar la eliminación de productos de desecho y subproductos metabólicos asociados a la respuesta inflamatoria, lo que puede provocar una disminución de las molestias y el dolor. Además, el proceso de realizar ejercicio de bajo impacto puede proporcionar a menudo un impulso psicológico a las personas que sienten dolor muscular, ya que les permite mantenerse activas y participar en la actividad física, aunque a menor intensidad.
¿Puede el ejercicio moderado aliviar el dolor? ¿Es bueno correr con agujetas aunque nuestra intensidad sea menor?
Llevar a cabo ejercicio moderado cuando se sienten agujetas puede ayudar potencialmente a aliviar las molestias asociadas. Por lo tanto, podríamos pensar que es bueno correr con agujetas. También, el aumento del flujo sanguíneo y la circulación a los músculos afectados, estimulado por la actividad física ligera, puede contribuir a la dispersión de los subproductos metabólicos y reducir la sensación de rigidez y dolor. Sin embargo, es crucial que el ejercicio se realice a una intensidad baja o moderada para evitar exacerbar el daño muscular o prolongar el proceso de recuperación.
Además, los beneficios psicológicos de mantenerse activo mediante un ejercicio suave también pueden contribuir a una percepción más positiva del dolor muscular, reduciendo potencialmente el impacto general del malestar.
El descanso recomendado como recuperación óptima
Aunque el ejercicio suave puede ofrecer ciertas ventajas en el tratamiento del dolor muscular, es importante reconocer que el descanso y la recuperación adecuados son componentes fundamentales del proceso global de curación.
El cuerpo necesita tiempo para repararse y adaptarse a la tensión fisiológica inducida por la actividad física exigente, y no proporcionar un descanso suficiente puede impedir el proceso de recuperación e incrementar el riesgo de posibles lesiones.
Para garantizar un sueño de calidad, mantener una dieta equilibrada y nutritiva, e incorporar estrategias como estiramientos suaves y el uso de espuma, es esencial para favorecer una recuperación eficaz del dolor muscular. Al permitir que los músculos se recuperen y se reconstruyan, las personas pueden optimizar su preparación física para las próximas sesiones de entrenamiento y reducir la probabilidad de dolores persistentes o recurrentes.
Movimiento ligero y Entrenamiento Cruzado para saber si es bueno correr con agujetas
Adoptar movimientos ligeros y actividades de bajo impacto durante los períodos de dolor muscular puede ser un enfoque beneficioso para promover la circulación, minimizar la rigidez y apoyar los mecanismos naturales de recuperación del cuerpo.
Actividades como caminar suavemente, el yoga o montar en bicicleta pueden ayudar a prevenir una conducta sedentaria excesiva y a aliviar las molestias asociadas al dolor muscular. Además, la incorporación de estos movimientos ligeros puede contribuir a mantener una actitud positiva y una sensación de bienestar físico, fomentando un enfoque holístico del tratamiento de las agujetas.
Es importante recalcar que la intensidad y duración de los movimientos ligeros deben adaptarse al nivel de sensación de dolor de cada persona, centrándose en promover la comodidad y facilitar el proceso de recuperación sin inducir una tensión adicional en los músculos afectados.
Evitar las actividades de alta intensidad
Aunque el ejercicio ligero o moderado puede ser beneficioso para el tratamiento del dolor muscular, es crucial evitar participar en actividades de alta intensidad o esfuerzo durante la fase aguda del dolor. Expone a los músculos ya comprometidos a un estrés o una tensión excesivos, lo que puede impedir el proceso de recuperación y aumentar el riesgo de que aparezcan nuevos daños o lesiones.
En su lugar, las personas deben centrarse en un ejercicio suave y de bajo impacto hasta que los síntomas agudos de las agujetas hayan remitido, momento en el que se podrá considerar una vuelta gradual a la intensidad normal del entrenamiento.
Respetando las necesidades de recuperación del cuerpo y evitando las actividades de alta intensidad cuando se sienten dolor muscular, las personas pueden protegerse de posibles contratiempos y establecer un entorno propicio para resolver eficazmente las molestias.
¿Debes esperar a que remitan las agujetas? ¿O no es bueno correr con agujetas?
No siempre es necesario esperar a que remitan por completo las agujetas para reanudar la actividad física, sobre todo cuando incorporar ejercicio ligero o moderado no agrava las molestias. Al reintroducir gradualmente la actividad física habitual de forma progresiva, las personas suelen poder controlar y reducir el dolor residual al tiempo que fomentan la recuperación general de los músculos afectados.
Es fundamental escuchar las señales del cuerpo y ajustar la intensidad y el volumen del ejercicio en función de la respuesta de los músculos, para garantizar una vuelta gradual y sostenible a los niveles normales de entrenamiento.
Es importante tener en cuenta que este enfoque debe adaptarse a cada persona, y que cualquier molestia persistente o grave debe ser evaluada por un profesional sanitario para descartar posibles lesiones o complicaciones subyacentes.
¿Son las agujetas un indicio de que se debe descansar?
Aunque las agujetas son una respuesta común y esperada a una actividad física exigente, no siempre indican la necesidad de descansar completamente. Muchos pensamos que no es bueno correr con agujetas, no obstante, la aplicación de estrategias de recuperación activa, como el ejercicio ligero, una hidratación adecuada y una nutrición correcta, a menudo puede favorecer los procesos de curación naturales del organismo y facilitar la resolución de las agujetas. Sin embargo, en los casos en que las agujetas vayan acompañadas de un dolor agudo o intenso, hinchazón o pérdida de función, es crucial buscar atención médica para evaluar y tratar la posible presencia de una lesión musculoesquelética más grave.
Adoptando un enfoque equilibrado que integre periodos de recuperación activa con un descanso adecuado y la progresión gradual del ejercicio, las personas pueden gestionar eficazmente el dolor muscular y reducir al mínimo su impacto en su actividad física continua y sus esfuerzos de entrenamiento.
Conocido por causar molestias y dolor, el dolor muscular puede ser un obstáculo para muchas personas a la hora de realizar actividad física. Sin embargo, los expertos sugieren que el ejercicio suave y mantenerse activo pueden ayudar a aliviar realmente los síntomas del dolor muscular. Aunque el reposo sigue considerándose la mejor opción para recuperarse, incorporar ejercicio moderado puede estimular el crecimiento muscular y mejorar la circulación sanguínea. Es importante escuchar a tu cuerpo y no sobreesforzarte cuando sientas agujetas. Recuerda que el dolor muscular es temporal y que indica la necesidad de descansar, pero no es motivo para evitar por completo la actividad física. Con los cuidados y la gestión adecuados, correr con un leve dolor muscular puede ser aceptable, pero no se recomienda con fines competitivos.